Encuentro no grato(ARO-SULPCIA)

Habia decidido ir de un corto paseo a Port Angeles en busca de algo que era algo extraño para mi, no estaba solo, Sulpicia queria ir de viaje y como no le gustaba la moda de este lado del mundo eligio el lugar menos adecuado, pero estaba dispuesto a cumplirle todos sus deseos.
Caminaba a su lado con nuestras manos tomadas y le miraba de vez en cuando a sus ojos para estar tranquilo y de que ella se encontraba bien, todo iba de lo mejor hasta que senti el aroma de uno de los nuestros, sin mencionar que los humanos miraban a mi esposa más de lo común, algo que ya me estaba sacando de mi lugar.
Mire al frente y a poca distancia vi a Bella, mi querida Bella, sonrei y me acerque a ella de forma tranquila y pacifica.
Una vez ya a su lado le sonrei y dije con mi voz amable como siempre, me alegraba de verle, y más ahora de la forma que era...
-Bella, mi querida Bella, pero mira que grato es encontrarnos de esta forma y en esta pequeña ciudad... supongo que te acuerdas de tu estancia en mi hogar y de mi esposa -dije mirando a Sulpicia a mi lado-
-Pero dime, como va todo por aca... -le sonrei feliz-

Sonrei mirando a Bella como siempre, era todo una sorpresa para los tres el estar ahi juntos, miraba a los humanos algo tenso, y luego dije finalmente algo ya mas tranquilo:
-Digamos que acompaño de compras a Sulpicia y de viaje, no crees que algo sorprendente -me acerque un poco más a ella-
-Pero dime como has estado tu querida Bella, tu familia, la pequeña Marie, o los nuevos miembros de su aquelarre, me sorprende cuan rapido crece la familia Cullen... -le miraba atentamente y curioso de saber si aun era inmune a su don-
-Mi querida Bella, porque no vamos a otro lugar más comodo, aqui interrumpimos un poco el transito de.. de los humanos -sonrei-

Le mriaba con deteniemiento y viendo a los humanos algo ya desesperado por su inquetantes miradas mire el lugar y le indique que fueramos al restoran que estaba al frente, se veia elegante y fino, no podia llevarles a cualquier lugar, y menos para mi esposa, le tome la mano a Sulpicia y dije con detenimiento:
-Creo que el restorante del frente se ve, algo presentable querida Bella, Sulpcia que dices tu querida -le miraba fijamente y con atencion, cuando decidieron por ir nos acercamos al local y entramos, pedi una mesa apartada de todos, camine pasando por entre los humanos con paso casi flotante, algo marcado para evitar cualquier comentario, les retire las sillas a ambas y me sente esperando a que fingieran elegir algo del menu, mientras veia los vinos... no disfrutariamos de nada, pero si de la pequeña conversacion...
-Cuentame de ti Bella... como va todo -dije indiferente-