De visita (Carles Vulturi)

Me encontraba paseando por Volterra, para ser mas específica, por La Plaza de San Marcus. Era irónico. Marcus había sido, en su otra vida, un cazador de vampiros y ahora era uno de ellos. Raro, muy raro.

En parte, me hallaba allí para despejar un rato mi cabeza. Y también tenía ganas de visitar a Didyme. Era la que mejor me caía de los Vulturis y tenía ganas de verla.

Me dirigía hacia el castillo cuando oí unos pasos a mi espalda. ¿Quién me estaba siguiendo?

Camina traquilamente por volterra, aun no habia decidido ir a ver a Aro, en realidad estaba esperando, para que todo fuera algo especia, queria sorprenderle y me estaba frustrando tenerlo cerca y no poder verle, aun que bueno la espera se acortaba por segundos.

mientras caminaba por la vieja volterra en dirreccion al castillo como siempre para observarlo, vi a una vampira que iba en la misma dirreccion que yo, de pronto la gente desaparecio de las calles de tal modo que solo ella y yo quedabamos n la misma, empece a seguirla su olor me recordaba a el de Carlisle y a el de todos los de su clan, respete las distacias y comence a seguirla.

Me giré con tranquilidad para ver quien estaba atrás mio. Era un vampiro de cuerpo musculoso y cabello negro. A juzgar por su aroma, era un Vulturi
Ten cuidadome susurró una vocecita en mi interior. Como si eso no lo supiera ya.
-¿Quién eres?-pregunté con amabilidad. Aunque aún desconfiaba en él.

Me asombré por el trato hostil con el que me habló.
-Iba al Castillo Vulturi a visitar a Didyme. Es una buena amiga mia. ¿Puedo?-mejor era preguntar. No sabía que me podía hacer este vampiro. Y mejor era no averiguarlo ni darle pie para que lo hiciera.
Miré fijamente sus ojos rojos como la sangre.

Eso me ofendió. ¿Cómo que "clanucho"? Nadie insultaba a mi familia. Alzé un poco la barbilla.

-Soy la hija de Alice Cullen y Jasper Hale. Me llamo Marie Cullen.
¿Cuál es su nombre?-remarqué el respeto. Me daba cuenta que era un Vulturi. Mejor tratarlo como alguien de la realeza, si no me saldría caro.

Lo miré con enfado y repulsión. ¿Quién se creía que era Para tratarnos así a mis padres y a mi? El respeto se acabó Me dije
-Oye, tal vez seas un Vulturi o algo parecido, pero yo creí que si los reyes querían merecer respeto, ellos mismos son los primeros en brindarlo. Así que deja de insultar a mi y a mi familia.-le dije con enojo. El mandato se le había subido a la cabeza. Su ego era gigante.

La ira fluia por sus venas y salia explusada por sus labios. - Discrepo contigo, los Vulturis respetamos a quienes creemos que merecen nuestro respeto, no a quienes queremos que nos respeten, nos respestais por que no temeis y nosotros no hacemos temer, dadoos miedo. -Dije Hablando con tranquilidad, no hacia falta encabronarse por una niñatilla de mira que dos me echara cojones.

Alzé una ceja.
-Pués a mi no me das ni pizca de miedo.-le dije con una sonrisa desafiante. No iba a dejar que un estupido "príncipe" me superara.
-Adelante. Si tanto dices que soy ua criatura que no merece estar en este mundo, ¿por qué no me matas?-le pregunté, retándolo-¿O es que acaso tienes miedo de lo que digan tus señores? ¿O de lo que haga mi familia?

La ira recorria su cuerpo, con cada accion que hacia se le notaba, una sonrisa sarcastica coloque en mi rostro y la escuche tranquilamente, decia que no tenia ¿miedo?, esta aterrorizada, poco a poco mientras seguia hablando, yo fui dejando que el fuego, dominara mi cuerpo para que apreciara el poder del angel que dios habia dejado caer en la tierra para purificar a esta de sere inmundos como esta, estupida y arrogante cullen. - El unico señor al que le debo debocion es a Nuestro Señor Jesucrito y hasta que el no me de su bendicion, no podre darte santa seplucrura, Aro solo es un peon movido por mi señor, el se comunica con dios y me trasmite sus pensamientos y por que el no me ha dicho nada no te hago nada, si no ya estarias hecha un monton de cenizas.- Ansiaba la bendicion de Dios en este mismo momento, necesitaba algo de accion y esta enana cullen es la unica que me la podia proporcionar en este preciso momento. Ya el fuego ocupaba el lugar de mi cuerpo, *Señor le pido que me de su bendicion de nuevo*, rece, en este estado mi cuerpo es inestable y puede hacer cosas que desagraden al Señor, aun asi esta chica necesita que alguien le enseñe.

OFF: se me ha ido basto la pinza.